Mención de honorZORRO ATRAPADO de
JUAN MANUEL HERNÁNDEZ LÓPEZ de C. VILLALBA (MADRID)
Lugar: SEGOVIA
Descripción: Desde que entré en el hide de noche para intentar fotografiar un mochuelo, escuché los ladridos de unos zorros en lo alto de la colina a cuyos pies me encontraba. Con las primeras luces, y mientras lograba mis primeras fotos de mochuelo, los quejidos de los zorros continuaban. Logré ver a uno recorriendo la ladera de la colina. Los quejidos seguían y no los emitía el zorro que veía. Atisbé a ver un movimiento extraño cerca de una valla. Cuando la luz aumentó, logré adivinar que se trataba de un segundo zorro, atrapado. Al verlo, decidí dar al traste con la sesión al mochuelo, que estaba atusándose las plumas a escasos cuatro metros de mi posición y acercarme a rescatar al zorro. Al llegar me impactó la forma en que él solo había logrado enredarse en el alambre. Y sobre todo como éste le había atravesado la piel hasta el hueso, que quedaba a la vista. Me metí la funda de la máquina en la mano derecha y la hice blanco de sus mordiscos mientras con la mano izquierda logré agarrar su cuello. Luego con paciencia, y con el dolorido animal mostrándome sus ojos dudosos por el destino incierto que le esperaba tras la captura por un ser humano, su enemigo más acérrimo, logré desenredarle de aquella trampa infernal, y finalmente y sin demora lo solté. Salió a la carrera como movido por el diablo. Al principio apenas podía apoyar la pata, pero según se alejaba iba cogiendo confianza y apoyaba cada vez más el miembro herido. Al final se perdió en la espesura.
Una gran satisfacción me recorrió por dentro y las marcas de sus dentelladas en la funda de mi máquina aún me recuerdan el momento vivido. Y no ha sido la primera vez. En cierta ocasión liberé de idéntica trampa ni más ni menos que a un buitre negro, que para mi gran fortuna y satisfacción también pudo salir airoso y emprender el vuelo. El ala atrapada no había sufrido daños.