Una culebra ratonera yucateca (Pseudelaphe phaescens) alimentándose de un murciélago en la cueva de las serpientes colgantes en Kantemó. Éste es un lugar único en el mundo, donde una población de estas serpientes se ha adaptado a vivir dentro de la cueva y a alimentarse exclusivamente de murciélagos.
Las hembras de rana marsupial de Boulanger (Cryptobatrachus boulengeri) llevan sus huevos en la espalda a través de los arroyos en las montañas de Sierra Nevada, en el extremo norte de Colombia. Esta especie carece de estadio de renacuajo, por lo que cuando las crías nacen son ranas completamente desarrolladas. Durante la temporada de lluvias se pueden observar a estos animales transportando a sus crías eclosionadas en la espalda, mientras buscan un lugar adecuado para ellas.
Un insecto palo (Phasmatodea) se encuentra en una situación complicada cuando un sapo gigante o de caña (Rhinella marina) lo divisa. Ambos animales se mantendrán inmóviles y espectantes. El insecto palo confía en su camuflaje para salvarse; el sapo sabe que hay una presa cerca pero no está seguro de dónde exactamente y espera algún movimiento.
La víbora de Peringuey (Bitis peringueyi) es la más pequeña de África, crece en promedio hasta 25 cm. Su hábitat son las zonas desérticas, a las que se adapta perfectamente. Su veneno no es mortal para los humanos, pero es mejor tener cuidado de todos modos, ya que su picadura causa una inflamación dolorosa.
Velella velella, la vela de mar o navegante del viento, yacía atrapada en una piscina de rocas o de mareas tras una tempestad en el Mediterráneo español. Se distribuye en regiones tropicales y templadas, y es un miembro común de la comunidad pleustón, un pequeño grupo de criaturas de mar abierto que navegan por la superficie del océano a merced de los vientos y ayudados por sus estructuras en forma de vela.
Dos sapos comunes europeos (Bufo bufo) apareándose entre sus cordones de huevos al borde de un lago somero. El viento crea ondas en el agua, lo que hace que parezca que los sapos están emergiendo desde el fondo.
Encontré esta rana arborícola de Annam (Hyla simplex) descansando sobre el follaje de las plantas en el bosque. Observé desde abajo a través de los agujeros en las hojas y enfoqué en la cabeza del anfibio, que contemplaba el entorno circundante. Es como si, en ese momento, la naturaleza me hubiera proporcionado una ventana para que pudiera adentrarme en el mundo de la rana.