Angela Vanwiemeersch asciende la Séptima Serpiente (5,11+) en Long Canyon, en las afueras de Moab, Utah. Para conseguir esta iluminación única de la grieta, pude montar una serie de cintas de luz LED para acentuar la formación de la roca.
"Digital Crack" es la vía de escalada deportiva más alta de Europa, de grado 8a, en la aguja de roca ¨Arete des Cosmiques". Michał Czech está escalando esta pintoresca vía en el monolito de granito naranja al amanecer. Escalar las finas y afiladas grietas de granito de esta ruta a las 4 de la mañana, a una altitud de 3.800 m sobre el nivel del mar, fue todo un reto, pero el espectáculo de la luz mereció nuestra entrega.
Esta es una de mis fotos favoritas con dron. Muestra a la esquiadora profesional de freeride Sandra Lahnsteiner seguida por el cinematógrafo Alexander Rydén con una cámara de 360 grados montada sobre un largo brazo de carbono, dibujando sus líneas en la nieve polvo fresca entre las sombras de las colinas circundantes.
Caminando por un bosque al amanecer entre la niebla, nos sorprenden los rayos del sol que parece tratar de indicarnos el camino a seguir. Nuestro objetivo: el corredor del Iraule, una cumbre de la sierra de Aitzgorri.
Islandia en pleno invierno y escalar en el interior de sus glaciares, se tradujo en pocas horas de luz y un clima severo. Hielo duro y a la vez frágil como el cristal. Una tormenta tapizó de nieve el enorme bloque congelado, que escalábamos. Sabía que desde atrás había un buen encuadre. La luz se apagaba. Rápido y concentrado rapelé y escalé un bloque desde el que disparé con un ISO muy elevado.
Alpinista solitario caminando hacia su objetivo alpinístico un duro día invernal. La gran ventisca con esas formas creadas por el viento sobre la nieve, le dan un ambiente especial a la imagen ayudando a componer. La velocidad del viento unida a las bajas temperaturas de unos -20º C dificultan enormemente la toma de la fotografía.
Alpinista luchando contra las adversidades climatológicas en un durísimo día invernal con ciclogénesis explosiva, los imponentes vientos de mas de 100 km/h, que a penas nos permitían sostenernos en pie, unidos a las bajísimas temperaturas de menos de 15 grados bajo cero, dificultaban enormemente la toma de fotografías.