Denuncia ecológica

Una yubarta o ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) con una línea enganchada a la cola, la cual la ha destrozado e inutilizado por completo, agoniza hasta la muerte. Una fotografía y un momento muy difíciles de digerir, pero que muestran la realidad de lo que estamos haciendo no solamente a nuestros océanos, si no también a nuestro planeta, a nosotros mismos.

Un cangrejo ermitaño terrestre (Coenobita sp.) deambula de noche cerca de la playa de la isla de Pom Pom, Sabah (Borneo), donde cada día las corrientes marinas dejan en esta isla toneladas de residuos plásticos procedentes de la ciudad de Semporna. Este particular cangrejo ermitaño terrestre utiliza un tapón de plástico de un desodorante en lugar de un clásico caparazón, lo que demuestra cómo la vida marina se ve afectada en todos los aspectos por la presencia de plástico.

Desgarradores pero cautivadores, los elefantes asiáticos (Elephas maximus) salvajes rebuscan en un vertedero, consumiendo residuos peligrosos en su búsqueda de alimento. Rodeados de basura de colores, son testigos del impacto destructivo de los residuos humanos, mientras garcetas (Ardeinae), cuervos (Corvus sp.) y milanos de brahmán (Haliastur indus) planean por encima. Un poderoso recordatorio de que hay que dar prioridad a la gestión de residuos y a la conservación por el bien de estos seres majestuosos.

Una foto muy impactante que muestra una corneja negra (Corvus corone) muerta estrangulada. La corneja se enredó en la red abandonada por un pescador de truchas. Tomé esta foto en un parque nacional de Italia.

Debido a la perdida de hábitat y a la disminución de sus presas potenciales, los grandes felinos como el jaguar (Panthera onca), se ven obligados a acercarse a los asentamientos humanos en busca de alimento. Lamentablemente, la mayoría de las veces éstos pierden la vida en represalia por la depredación de ganado y animales domésticos.

El Ciliwung es el principal río de los trece que atraviesan Yakarta, la capital de Indonesia. Los vertidos industriales y la falta de sistemas eficaces de gestión de las aguas residuales hacen que sus ríos se cuenten entre los más contaminados del planeta. Esto ha provocado la extracción indiscriminada de aguas subterráneas por parte de sus habitantes, deteriorando el terreno y haciendo que la ciudad se hunda rápidamente.

En enero de 2021, la Sierra de Gádor fue víctima de un devastador incendio que arrasó más de 400 hectáreas de su hermoso entorno, especialmente la zona de Castala. Ante esta trágica situación, decidí emprender un proyecto fotográfico que capturara los pequeños detalles del paisaje y transmitiera un destello de esperanza a través del color (piña de pino salgareño, Pinus nigra).