Participación Joven

Un rebeco de los Abruzos (Rupicapra ornata) contempla atento desde su atalaya el familiar paisaje montañoso mientras el sol poniente pinta los bellos Apeninos con los colores dorados más armoniosos que hubiera podido imaginar. Esta primavera he podido conocer el fascinante mundo montañoso de Italia. La melancolía se apodera de mí y siento el secreto de la naturaleza salvaje, que deja allí un paraíso seguro para los animales. 

Lo que empezó como un safari ordinario terminó con este interesante avistamiento de estos elefantes africanos de la sabana (Loxodonta africana) bebiendo en un abrevadero natural. Disfruté cambiando mi composición para resaltar las formas de estos gentiles gigantes. Mashatu es conocido como la tierra de los gigantes y siempre disfruto tomando imágenes de estas criaturas.

Una mañana mi padre y yo fuimos a hacer fotos de aves a una charca, cuando vimos el río congelado y en él, hojas congeladas, debido a ello, decidí hacerle unas cuantas fotos a una hoja con un color muy rojizo ya que tenía muchos detalles y burbujas de aire.

Macaco de Berbería (Macaca sylvanus) Cuando miro esta foto, el corazón se me llena de paz. En paz es como me sentiría yo, si estuviera en su lugar: firmemente acurrucada junto al abrigo de mi madre, con mi mano apoyada en sus fuertes patas y los ojos casi cerrados... como intentaría no dormirme, porque querría permanecer consciente para seguir saboreando este delicioso momento.

Las arañas cangrejo (Thomisidae) se llaman así por su parecido con el movimiento lateral de los cangrejos que encontramos en la playa. Acechan en las flores para tender una emboscada a las presas que puedan llegar. Cuando vi este espécimen en un prado cerca de mi casa en el Piamonte, intenté tomar la foto desde arriba, obteniendo una perspectiva diferente.

Una tarde de primavera, mi padre y yo salimos a fotografiar aves a pocos kilómetros de casa, en una zona donde hay cultivos y se pueden ver muchas aves. Al poco tiempo, vi una lavandera boyera (Motacilla flava) que estaba pasando de una pequeña rama a otra con mucho esfuerzo y casi pierde el equilibrio. Parecía más un funambulista que un ave.