Existe una actividad en indonesia conocida como Topeng Monyet que consiste en el uso de macacos en espectáculos circenses callejeros. Estos macacos se ven obligados a llevar una vida dura y solitaria hasta que son rescatados.
Existen numerosas situaciones en las que los seres humanos utilizamos a los animales como objetos de entretenimiento. Para ello a menudo los obligamos a actuar adoptando conductas antinaturales que, en muchos casos, transmiten una imagen humillante de esos individuos y, por lo tanto, de la especie en general. Hasta hace poco, en Indonesia, se llevaban a cabo este tipo de prácticas con macacos en espectáculos callejeros conocidos localmente como topeng monyet (literalmente, “mono con máscara” en indonesio). Estos macacos vivían en condiciones deficientes, estaban privados de todo contacto social con sus congéneres y se veían obligados a actuar y a entrenar durante largas horas. Sin embargo, estas actividades -que una clase social media aprobaba y disfrutaba en su conjunto- no dejaban de ser el reflejo de un contexto social en el que ciertas personas encontraron refugio económico. Gracias al trabajo de una organización, JAAN, estas prácticas han sido prohibidas. Como consecuencia cientos de macacos están siendo recuperados, rehabilitados y reintroducidos, al tiempo que se ofrecen nuevas oportunidades laborales a los antiguos entrenadores.