La foto fue tomada en Sudáfrica a principios de noviembre. La estación de las lluvias hace que todo esté verde y florido. El jacarandá (Jacaranda sp.) es mi árbol favorito. Sus espléndidas flores tiñen de púrpura calles enteras. Un pajarillo que sorbía néctar se movía deprisa y apenas se detenía un momento. Afortunadamente, cuando se detuvo, el suimanga pechiblanco (Cinnyris talatala) con su largo pico se recortaba contra el cielo claro entre flores púrpuras.
Las patas de un rascón europeo (Rallus aquaticus) congeladas en hielo. El ave murió durante un invierno repentino y corto. Se optó esta composición por su intimidad y dramatismo.
En invierno suelo montar todos los años un comedero para paseriformes y al final de esta estación disminuyo la comida de manera gradual. Las sesiones de fotografía las realizo al amanecer, en ese momento los rayos de luz se reflejan sobre el agua dándole un tono dorado a la escena. Las disputas se suceden por momentos, marcando un turno en función de su porte.
Miles de araos comunes (Uria aalge) llenan el cielo mientras un solitario cormorán moñudo (Gulosus aristotelis) observa tranquilamente el espectáculo, encaramado entre rocas escarpadas. La escena capta el intenso contraste entre la quietud y el movimiento.
Amanece en septiembre de 2024: decenas de miles de correlimos gordos (Calidris canutus) se agolpan en Snettisham, Norfolk, brillando con la marea alta, conservando energía y esquivando a los depredadores. Un pájaro se separa brevemente, sus alas brillan con individualidad.
Un cormorán moñudo (Gulosus aristotelis) regresa a la isla de Hornøya después de un día en el mar. Escondiendo el pico entre las plumas se prepara para descansar, pero, cada vez que otro cormorán se acerca, levanta la mirada para asegurarse de que nadie venga a robarle su sitio entre las rocas protegidas del acantilado.
Cuando el agua del mar sube y se precipita hacia la entrada de agua del lago Yundang, miles de peces pequeños siguen la marea hacia el lago desde el mar. Hay muchos peces grandes al acecho en el lago, los peces pequeños a menudo saltan fuera del agua para escapar, y las garcetas comunes (Egretta garzetta garzetta) que han estado prestando mucha atención a los movimientos de los peces se abalanzan rápidamente sobre los peces pequeños y a menudo los capturan fácilmente.