Storytelling-Agustí M. Vilà

Descripción del proyecto:

Lesser kestrel is a colonial bird of prey typically found in the dry land habitats of the Mediterranean basin. In recent decades, this species has faced a significant decline in population due to rising temperatures, which have led to premature chick deaths, a reduction in prey availability, and the loss of nesting sites. In Italy, these problems arise in the north, where the species exists in rural areas, as well as in Matera, a historic city in the south that hosts the largest colony in the country and in the Mediterranean Basin. Here, the species nests in bridge holes or in the slits of old buildings, but the ongoing building renewal is reducing the availability of nesting cavities for L. kestrels, resulting in a significant loss of breeding pairs. This poses a real risk that, in the future, Matera may no longer be a stronghold for this species, a status it has maintained for decades. 

To address these issues, the municipality of Matera, in collaboration with several universities and European conservation projects, is conducting studies on the species and its population dynamics. They are collecting biometric, genetic, and parasitological data on both adults and chicks during the reproductive period. Additionally, they are installing heat-insulating nest boxes on the roofs of Matera, which serve as replacement nesting sites and are helping stabilize the population.

These efforts are further supported by the San Giuliano Wildlife Recovery Centre, which provides a constant rescue service for injured animals. The center treats these birds and keeps them until they have fully recovered, after which they are released into the Gravine (large limestone canyons) that overlook Matera.

Descripción del proyecto:

The giant anteater (Myrmecophaga tridactyla), a keystone species crucial to its ecosystem, regulates ant and termite populations. Without this balance, vegetation and soil health could deteriorate, destabilizing habitats for countless species. Habitat fragmentation has forced giant anteaters to navigate dangerous landscapes, often crossing roads in search of resources. This behavior makes them highly vulnerable to road mortality. Their poor vision, slow movement, and reliance on smell to sense threats exacerbate their susceptibility. Tragically, the anteater pauses to "sniff" danger, stepping into harm’s way. Between 2017 and 2020, 766 anteaters were found dead along 2,000 km of monitored roads in Mato Grosso do Sul, though carcass detection rates of 22–38% suggest higher numbers. Collisions reduce the species’ population growth by half.The impact extends beyond the road. Collisions leave orphaned pups, too young to survive alone. These vulnerable animals are taken to rehabilitation centers, where replicating their insectivorous diet is a race against time. Unlike other species, giant anteaters struggle in captivity, with many developing heart disease due to stress and nutritional imbalances. Each pup that survives represents extraordinary conservation efforts, but the challenges highlight the urgency of protecting them in the wild.In response to this crisis, researchers from the Wild Animal Conservation Institute (ICAS) embarked on a project to understand and mitigate road impacts on anteaters. Over three years, they surveyed 85,000 km of highways, documenting 12,400 wildlife collisions—40% involving large mammals like anteaters and tapirs. Few species face the deadly combination of vulnerability and ecological significance. Driver interviews revealed most collisions are unintentional; braking or swerving risks human lives. Additionally, 80–90% of collisions occur at night or dusk, when visibility is lowest. These insights informed targeted strategies, including fencing and underpasses.In 2024, after years of research and advocacy by ICAS and ViaFAUNA, the government approved a plan to mitigate collisions along BR-262, Brazil’s deadliest highway for anteaters. This milestone is a testament to science-driven conservation and serves as a global model for protecting wildlife. Saving the giant anteater is not just about one species; it is a commitment to safeguarding ecosystems and ensuring coexistence between humans and wildlife.

Descripción del proyecto:

Hierba, rumiantes y pastores conforman un trío vital para sostener la vida en los lugares más desafiantes y extremos de la Tierra, donde la agricultura no es posible. 

La trashumancia no es una manera ineficiente ni anticuada de producción ganadera, sino una estrategia de supervivencia en las regiones más inhóspitas del planeta, y el sistema de producción climáticamente más inteligente para proveer dietas sanas y sostenibles. Esto es especialmente relevante en zonas desfavorecidas, donde la principal fuente de proteína de calidad (carne o leche), proviene del ganado.

Reconociendo su importancia, la ONU ha declarado 2026 como el Año Internacional de los pastos y los pastores, y la UNESCO, en 2023,  incluyó la trashumancia en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Este movimiento estacional podría describirse como un “ejército verde” que desbroza la tierra y fertiliza la salud del suelo a la vez que transforma la hierba y la maleza en carne, lana, leche, favoreciendo la persistencia de razas autóctonas y fijando la población rural. Además, la cría en libertad asegura el bienestar animal y la producción de carnes saludables y éticamente sostenibles. 

A pesar de estas fortalezas, la trashumancia está en franco declive y los ganaderos  trashumantes empiezan a ser una reliquia.

La fotografía, con su capacidad para captar momentos que trascienden las palabras, se convierte en una herramienta poderosa para narrar historias, invitando al espectador a establecer una conexión emocional más profunda con el tema, e inspirando a la reflexión y al debate.

El propósito de este proyecto es contribuir a aportar luz a una historia con causa, utilizando la fotografía como medio para explorar y difundir la extraordinaria labor medioambiental, social, cultural y económica que realizan los ganaderos trashumantes. Como expresaba Jacques Cousteau: “El ser humano solo protege lo que ama, y solo ama lo que conoce”.

Este trabajo  es un tributo personal para honrar y respetar a los animales y a los ganaderos que practican una ganadería regenerativa ligada a la tierra. El futuro tiene raíces y conocerlas nos permitirá que el corazón verde de la trashumancia siga latiendo con fuerza.

Descripción del proyecto:

Las serpientes de cascabel han sido veneradas como símbolos de renovación y despreciadas como emisarias del inframundo. Cazadas y acosadas hasta los rincones más oscuros de nuestra imaginación, provocan una mezcla de fascinación y miedo. ¿Podemos disipar nuestros temores antes de que esta icónica criatura del oeste estadounidense desaparezca de nuestros paisajes?

Esta historia explora la compleja relación entre los humanos y las serpientes de cascabel, especialmente en el oeste de EE. UU. A lo largo de la historia, han desempeñado papeles importantes: los Hopi las veían como mensajeras de los espíritus de la vida, mientras que los aztecas y los mayas las vinculaban con la lluvia y las cosechas. Los colonos europeos admiraban su fuerza, con la serpiente de cascabel de madera como símbolo de unidad, presente en la bandera de Gadsden con el lema "Don't Tread on Me".

A pesar de su importancia cultural, las serpientes de cascabel han sido perseguidas. Se han ofrecido recompensas por su muerte y organizados eventos para matarlas, como el Sweetwater Rattlesnake Roundup, que comenzó en 1958 y aún existe. En contraste, algunos encuentros, como el de Morris Township, Pensilvania, promueven la educación, destacando el papel ecológico de estos reptiles y permitiendo la interacción con ellos antes de devolverlos a la naturaleza.

Esta historia plantea preocupaciones éticas sobre las matanzas tradicionales y resalta la importancia de las serpientes de cascabel en el control de roedores y la biodiversidad. Su veneno tiene aplicaciones médicas en tratamientos contra el cáncer, fármacos para la presión arterial y antivenenos. Aunque los conservacionistas buscan protegerlas, cambiar la percepción pública sigue siendo un reto debido al miedo y la desinformación.

En conclusión, se hace un llamado a cambiar la visión sobre estos reptiles, instando al respeto y la protección antes de que desaparezcan del paisaje estadounidense. A través de la educación y la conservación, podemos reconocer su importancia en los ecosistemas y la medicina, asegurando que prosperen en lugar de extinguirse.